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Por el trabajo desarrollado tanto por ganaderos como por industriales y mataderos para adaptarse

Los sectores productor y transformador del porcino ibérico ven avances considerables en la trazabilidad de sus productos al cumplirse dos años desde la entrada en vigor de la nueva Norma de Calidad del ibérico. Así lo han asegurado el director gerente de la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici), Andrés Paredes, y la secretaria técnica de la Asociación Española de Criadores de Ganado Porcino Selecto Ibérico Puro y Tronco Ibérico (Aeceriber), Elena Diéguez, quienes han hecho en declaraciones a Efeagro un balance del desarrollo de esta normativa en sus dos primeros años de vida. Paredes ha valorado el trabajo desarrollado tanto por los ganaderos como por los industriales y mataderos para adaptarse a esta nueva normativa.

Ha recordado que «lo primero» que se hizo tras la aprobación fue implantar el uso de las bridas de colores para las piezas en los mataderos, ya que la nueva normativa obliga a precintar cada pieza con un color (blanco, verde, rojo o negro) en función de la pureza racial y de la alimentación recibida por el animal.Los industriales fueron los primeros en aplicar la Norma de Calidad del ibérico; si bien, en este último año han cobrado especial protagonismo los ganaderos, ya que han comenzado a usar la aplicación tecnológica Ítaca para comunicar nacimientos, entradas de animales en montanera o salidas para sacrificio.

Buena colaboración aunque falta mejoras en los cálculos de la carga ganadera

«La colaboración y participación de los ganaderos en el sistema es cada vez más positiva y va siendo mejor», ha subrayado. Según Paredes, esta labor permite que la trazabilidad se implante desde la propia granja.

No obstante, desde el sector han apuntado la necesidad de realizar mejoras en los cálculos que recoge la norma para establecer la carga ganadera por explotación en función de la superficie arbolada cubierta.

En esa línea, Paredes ha avanzado que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) trabaja en un procedimiento para ajustar mejor el cálculo, teniendo en cuenta otros factores como la cantidad y calidad de bellota de cada montanera.

En este sentido, la secretaria técnica de Aeceriber ha apuntado que en esta montanera podría haber entrado más animal para engorde en la mayor parte de las zonas de producción españolas al ser una campaña «extraordinaria». Y no ha sido posible precisamente por dicho procedimiento de cálculo incluido en la norma de calidad del ibérico, regido por la superficie arbolada cubierta.

Por otro lado, tanto Diéguez como Paredes han señalado que a partir de ahora los consumidores comenzarán a ver cada vez más en los puntos de venta las bridas de colores en las piezas ibéricas, ya que están saliendo a la venta las paletas ibéricas cuyo proceso de curación ronda los dos años y las primeras precintadas nada más aprobarse la norma de calidad ya están llegando al mercado.

El precinto blanco es para las piezas de cebo ibérico; el verde, para las de cebo de campo ibérico; el rojo para las de bellota ibérico y el negro para las de bellota 100 % ibérico.